MI REALIDAD

Esta semana voy hacer una columna algo más personal, me he animado ha hacerla al leer como mis otras compañeras de clase han contando problemas personales y me han dado fuerzas para hacer lo mismo.

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En noviembre de 2021 me diagnosticaron depresión, algo que me vino demasiado grande. Desde hacía unos meses note como mi cuerpo no podía más, ya no solo era mi cabeza, empecé a experimentar mareos de la nada, subidas y bajadas de temperatura, vómitos, etc.

Así fue como me di cuenta de que algo no iba bien, y decidí pedir ayuda porque me había dando cuenta de que yo sola no podía más. 

¿Cómo era posible que mi cuerpo también estuviera fallando? Todo lo que me estaba sucediendo eran señales de ayuda de mi propia mente, me estaba pidiendo que parara, que no podía más, al no hacerla caso, me mando señales, señales en forma de ansiedad y que con el tiempo se fue agravando.

Fue una etapa demasiado dura de la que ha día de hoy sigo luchando para poder salir. Contando esto, como un breve resumen, quiero dar visibilidad e importancia a la salud mental.

Como cuando nuestra cabeza no funciona deja de funcionar todo, nos debemos prestar mucha más atención, antes de llegar al límite que yo llegué.

Pedir ayuda cuando sea necesario, porque aunque creamos que podemos solos, no es así, siempre se necesita algún apoyo cerca, ya sean familiares, amigos o psicólogos / psiquiatras.

Y sobre todo no avergonzarte por ir a terapia, porque es tan primordial como ir al dentista cuando te duele una muela, o ir al médico porque estas resfriado, ¿nuestra cabeza a veces no necesita también ayuda?

Espero que quién lea mi columna y este pasando por un mal momento, que no dude en pedir ayuda y no deje que el problema siga creciendo, se valiente para poder decir necesito ayuda.

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